domingo, 28 de mayo de 2017

EL TRIPTÓFANO NO DA LA FELICIDAD



Últimamente podemos encontrar en las oficinas de farmacia productos para mejorar el estado de ánimo. Productos que presentan el triptófano como componente estrella para ser felices y comer perdices.

¿Contribuye el triptófano a mejorar nuestro estado de ánimo? ¿Seremos más felices consumiendo complementos alimenticios como el Triptomax
®?
Para no variar, vamos a empezar por el principio.

¿QUÉ ES EL TRIPTÓFANO?


El triptófano es un aminoácido. En la entrada de este mismo blog referida a los complementos de colágeno hacíamos una breve explicación sobre la función principal de los aminoácidos, que es ser los ladrillos con los que se construyen las proteínas. Aunque también pueden ser precursores de otras moléculas (hormonas, porfirinas, purinas…) y también sirven para obtener energía mediante degradación oxidativa.

A partir del triptófano también fabricamos la serotonina (5-hidroxitriptamina o 

5-HT) por una sencilla vía de síntesis además de melatonina, la llamada hormona del sueño y de la que hablaremos más adelante.


Síntesis de serotonina a partir de triptófano
¡Pues en la serotonina es donde está el meollo de la cuestión!

El diagnóstico clínico de la depresión se ha venido asociando a niveles bajos de este neurotransmisor en las sinapsis nerviosas cerebrales...
Eeeeemmm
¡Espera, espera!

¿Qué narices es eso de "sinapsis"?

Hablamos de sinapsis, dicho sencillamente, de la conexión que se establece entre dos neuronas. Imaginemos las neuronas como cables que transmiten un impulso eléctrico y en la sinapsis como el "empalme" que hace que este impulso pase de una neurona a la siguiente.
Pues las moléculas que permiten que el impulso pase de una neurona a la siguiente son los neurotransmisores (pensad en la palabra, neuro- y -transmisor). Estos neurotransmisores, a partir de ahora NT, se liberan en el espacio que hay entre las dos neuronas (espacio sináptico) y permiten que continúe el impulso nervioso.

El impulso llega al final de la neurona 1, esta libera NTs y permite que dicho impulso siga en la neurona 2.



Esquema básico de una sinapsis nerviosa

Aclarado este asunto volvemos a la serotonina. 
Como decíamos, se han venido asociando los casos de depresiones con el déficit de serotonina (en adelante 5-HT) en el espacio sináptico y bajo esta premisa se han venido desarrollando fármacos para el tratamiento de la depresión, que pretenden aumentar los niveles de 5-HT en este espacio. Ejemplos de algunos de ellos son la fluoxetina, paroxetina, sertralina, escitalopram...


¿ENTONCES, SI TOMO MÁS TRIPTÓFANO TENDRÉ MÁS SEROTONINA Y PODRÉ TRATAR ESTADOS DEPRESIVOS?

Error.
Hay dos apreciaciones importantes respecto a porqué es erróneo el pensar que la suplementación con triptófano aumentará los niveles de serotonina.

1º. Como veíamos en la entrada referida el colágeno, que consumamos más o menos de un aminoácido o de una proteína no significa que el cuerpo vaya a utilizar esos aminoácidos para lo que nosotros queremos.

El organismo utilizará este exceso de triptófano para fabricar 5-HT, melatonina, proteínas diversas o lo degradará según las necesidades.

2º. Hablábamos antes de que la depresión se achacaba a un déficit de 5-HT en la sinapsis nerviosa. ¡En la sinapsis!
Y este es un mecanismo de liberación, recaptación y síntesis muy complejo. Por lo que ni siquiera es seguro que teniendo niveles adecuados de 5-HT en el organismo, ya sea en las neuronas o en sangre, vaya a funcionar bien este "empalme de cables" que es una sinapsis neuronal.
Por eso tampoco son pruebas fiables la determinación de niveles de 5-HT en sangre o de sus metabolitos (restos) en orina para diagnosticar un cuadro depresivo.

Así que en resumidas cuentas, el dejarnos la pasta en suplementos de triptófano para ser más felices no tiene ningún fundamento teórico que lo sustente.

Acabo esta entrada añadiendo un enlace a la muy recomendable página medlineplus, donde encontraréis información adicional sobre la seguridad y eficacia del triptófano aplicado en diferentes patologías.

Aquí solo hemos querido explicar las bases para entender porqué no es útil la suplementación con este aminoácido para tratar cuadros de depresión.

De venta en farmacias.

jueves, 11 de mayo de 2017

FARMACIAS Y DIETAS (II): DIURÉTICOS

Retomamos el tema de las dietas que se realizan en oficinas de farmacia a cargo de una persona contratada por una empresa con ánimo de lucro y poco interés por la salud. En la entrada anterior hablamos de todo el postureo previo (e ineficaz) que se realiza por medio de los “profesionales”, y que lleva como segunda fase a la entrega de una dieta genérica (no individualizada), de las cuales tendrán 2 o 3 tipos clasificados por diferente carga calórica (les suele gustar bastante la de 1500 Kcal).

Nota: Las dietas basadas en cálculo y conteo de Calorías están muy en entredicho, como ya he comentado en algún momento.


Si todo ha ido bien hasta aquí, el siguiente paso y no menos importante es la venta de suplementos nutricionales. Este paso es muy importante para la empresa porque es donde realmente va a adquirir unos ingresos significativos, y muy importante para mi porque voy a hablar precisamente de estos productos, los cuales hay muchos y muy variados e imposible abarcar en una sola entrada, por lo cual vamos a empezar por un tipo de productos que se utilizan a menudo en dietas de adelgazamiento: los diuréticos.



Para empezar, cabe decir que el proceso de adelgazamiento es aquel en el que se sufre una pérdida de masa grasa, que es lo que nos sobra. A menudo, tiene como consecuencia una pérdida de masa magra, pero no es el objetivo de este proceso. ¿Por qué digo esto que parece tan obvio? Porque la pérdida de peso por cualquier cualquier compuesto que no sea grasa no debe considerarse adelgazamiento. Y a través de la orina no perdemos grasa. De hecho la mayor parte de la orina es agua, acompañada de electrolitos, urea, ácido úrico y algunas hormonas.


Para continuar, es importante remarcar que el agua que perdemos la vamos a reponer en prácticamente la misma cantidad, para mantener estable el equilibrio en nuestro organismo, ya que la pérdida del 10% de nuestro peso corporal en agua empieza a desencadenar problemas graves en sistemas orgánicos, y si aumenta al 20% puede provocar la muerte. El exceso de agua (consumir más de la que el cuerpo puede expulsar) también tiene sus riesgos, pero es un caso poco común en sujetos sanos. (Krause dietoterapia, 2012).




¿Y por qué los diuréticos se utilizan bajo la premisa de dietas de adelgazamiento? Porque en muchas ocasiones se trata de hacer creer al paciente que su sobrepeso viene de una retención de líquidos, cuando no lo es. Una retención de líquidos puede provenir de un sobrepeso, entre otras muchas causas (problemas de circulación, desajustes hormonales, algunos fármacos…), por lo cual si tratamos ese sobrepeso, el problema de la retención puede remitir. Lo que pretendo explicar con esto es que una retención de líquidos debe estar bien diagnosticada, por lo que la mayoría de las prescripciones de diuréticos no van a ser de ninguna utilidad, y que el abuso de este tipo de productos o sustancias no es inocuo.