Ya estamos de vuelta del letargo, y es que el día a día a veces no deja muchos respiros. En esta entrada vamos a analizar qué nos dicen los estudios acerca del propóleos, ahora que estamos pasando la época de las alergias y los males de garganta con los cambios de tiempo.
Según
la RAE, el propóleos es la “sustancia o cera con que las abejas bañan las
colmenas o vasos antes de empezar a obrar”. Las abejas utilizan esta sustancia
para tapar fisuras en la estructura de la colmena incluso también es utilizado
para embalsamar animales muertos que ellas mismas no pueden mover. La
composición es variable, siendo la mayor parte de ésta resinas y ceras, aceites
esenciales y polen.
Desde
hace años, al propóleos se le atribuyen numerosas propiedades curativas, siendo
supuestamente efectivo como bactericida, contra problemas respiratorios,
afecciones bucodentales y, como siempre, el cáncer. Existen tiendas específicas
dedicadas a la venta de productos relacionados con miel, en las cuales se
ensalza a menudo todas estas propiedades. En nuestras oficinas de farmacia no
podía ser de otro modo, y se comercializa el propóleo, en combinación con otras
hierbas como remedio de problemas respiratorios, concretamente nos dicen que
“calma y suaviza la garganta”.
La
web de medline nos hace un gran resumen de esta sustancia en la que podemos
observar que puede existir cierta eficacia para combatir el herpes labial, el herpes
genital y para mejorar la cicatrización en la cirugía bucal, siendo
insuficiente la evidencia en el resto de problemas, incluidos los
respiratorios. Además, tiene diferentes advertencias de uso ya que puede
generar problemas de alergias, empeorar algunos casos de asma (curioso) y se
contraindica en mujeres embarazadas y en niños menores de 3 años. Por último,
según medline, también podría aumentar el tiempo de coagulación, lo que lo
haría incompatible con medicamentos anticoagulantes.
En
cuanto a las health claims (declaraciones saludables) que se le atribuyen tras
la aceptación de la EFSA decir que este organismo no ha encontrado
evidencias suficientes que respalden todas las declaraciones que se le trataron de atribuir (mejora de las funciones respiratorias, salud intestinal, mejoras
en la garganta, mejora inmunológica, etc.), aunque esta revisión se realizó en
2010, todo sea dicho. Pero en este artículo se habla de un punto muy
importante: la composición del propóleos varía según la región. Compara las
regiones de Rusia, Cuba y Venezuela, viendo diferencias claras en la
composición química de la sustancia lo que hace difícil acotar su uso.
De
este tema también hablan en un metaanálisis en el cual revisan estudios
entre 2000 y 2017, adjuntando una tabla de las diferentes composiciones del
propóleos según el país en el que se analiza. Por cierto, en este estudio no se
menciona en ningún momento las propiedades beneficiosas del propóleos para el
aparato respiratorio, aunque sí parecen existir evidencias en su actividad
antimicrobiana, actividad antiinflamatoria, efecto antioxidante y efectos en
cicatrización de heridas. Se centra sobre todo en la cicatrización de las
heridas aunque también remarca en su conclusión que se necesita avanzar más en este aspecto.
A su vez observan problemas de alergias y dermatitis en la vía tópica (no así en
la vía oral).
Pero
entonces… ¿Es o no es efectivo contra los problemas de garganta? Pues si en
algo se ponen de acuerdo los estudios es en que se necesitan más estudios (como
este y este) , pero además es que los efectos positivos que parece que puede
tener el propóleos se alejan bastante de los que se le atribuyen en ciertos
complementos alimenticios, que dicen mejorar problemas de garganta y tos.
A
modo de síntesis para digerir este batiburillo, sacamos una conclusiones tras esta
entrada:
- No hay evidencias claras de que el propóleos
ayude a los dolores de garganta o a la tos.
- El propóleos tiene muchas composiciones
dependiendo de la región, por lo tanto tiene muchas posibles propiedades que se
deben analizar independientemente.
- Dónde mayor evidencia terapéutica parece
tener es en la cicatrización de heridas, y como actividad antimicrobiana.
También en problemas bucodentales e, incluso, en la otitis.
- No está libre de efectos secundarios.
- Se necesitan muchos más estudios, así como
tener una composición estandarizada.
Pero claro, los productos que nos están vendiendo llevan algo más que propóleos, ya que también llevan una mezcla de hierbas como tomillo, malva o eucalipto. Habrá que ver en posteriores entradas (que si no nos queda muy larga) si estos productos tienen alguna eficacia probada para los síntomas que tratan de paliar.