Llega el frío y con él los
resfriados, esos molestos compañeros invernales que nos causan dolor de
garganta, tos, mocos, fiebre, malestar…
Dentro de la amplia variedad
de medicamentos que hay ofertados para tratar estos síntomas (Frenadol, Ilvico,
Vincigrip, Pharmagrip…), cada vez se demandan más por parte de la población los
antibióticos como la amoxicilina o la azitromicina para tratar estos procesos
catarrales.
¿Son efectivos? ¿Son necesarios?
Vamos a ver primero qué es un antibiótico.
Como antibióticos se conocen comúnmente a un buen número de moléculas que
comparten la característica de atacar a las bacterias, ya sea matándolas
(bactericidas) o impidiendo que crezcan y se reproduzcan (bacteriostáticos).
Dentro de la denominación de
antibióticos, estos se separan normalmente dependiendo de su estructura química
y se agrupan por familias en función de ello.
Por ejemplo dentro del grupo de las penicilinas tenemos la amoxicilina, la
cloxacilina o la penicilina propiamente dicha. El ciprofloxacino pertenece a la
familia de las quinolonas, la doxiciciclina a la familia de las tetraciclinas o
la azitromicina a la de los macrólidos.
Esta forma de clasificar es la más usada y la más importante porque normalmente
cada familia tiene una forma de actuar respecto a las bacterias, es decir, cada
clase de antibiótico ataca de una forma diferente a estos microorganismos. Las
penicilinas impiden que la bacteria forme su pared celular y las quinolonas
bloquean la síntesis de ADN.
Esto es importante a la hora de elegir el antibiótico adecuado en función de la
bacteria que nos cause la infección. Normalmente se elige por probabilidad. Por
ejemplo, una faringitis bacteriana lo más probable es que la cause un tipo de
bacteria llamada estreptococo y ésta es sensible a las penicilinas.
Pero no siempre es así. A veces es necesario recurrir a un antibiograma para
saber que antibiótico es el más eficaz contra la infección que tenemos.
Esta prueba consiste en coger
una muestra del paciente, cultivar la bacteria y enfrentarla a una batería de
antibióticos. El que sea más efectivo será el que nos recetarán.
Pero...
¿Son necesarios los antibióticos en los resfriados?
La mayoría de las faringitis o dolores de garganta son de causa viral. Incluso hay un estudio piloto en farmacias de Inglaterra que establecen la necesidad de tomar antibióticos en afecciones de garganta sólo en un 10% de los casos.
Los virus (como el de la gripe) son otro tipo de microorganismos totalmente diferentes a las bacterias y completamente insensibles a la medicación con antibióticos.
Por lo que el uso de estos medicamentos no supone ningún beneficio en el tratamiento de vuestra afección, pero sí un gasto para vuestro bolsillo y lo peor de todo, la aparición de resistencias.
Las bacterias, como todo ser vivo, evolucionan adaptándose a su entorno. Y si usamos antibióticos de forma desproporcionada, estamos proporcionando las herramientas para que estos bichejos puedan hacerse resistentes y cada vez menos sensibles a los antibióticos, lo cual es un problema de salud pública porque será más difícil atacar a estos microorganismos y podrán causar enfermedades más graves y duraderas.
¿Son necesarios los antibióticos en los resfriados?
La mayoría de las faringitis o dolores de garganta son de causa viral. Incluso hay un estudio piloto en farmacias de Inglaterra que establecen la necesidad de tomar antibióticos en afecciones de garganta sólo en un 10% de los casos.
Los virus (como el de la gripe) son otro tipo de microorganismos totalmente diferentes a las bacterias y completamente insensibles a la medicación con antibióticos.
Por lo que el uso de estos medicamentos no supone ningún beneficio en el tratamiento de vuestra afección, pero sí un gasto para vuestro bolsillo y lo peor de todo, la aparición de resistencias.
Las bacterias, como todo ser vivo, evolucionan adaptándose a su entorno. Y si usamos antibióticos de forma desproporcionada, estamos proporcionando las herramientas para que estos bichejos puedan hacerse resistentes y cada vez menos sensibles a los antibióticos, lo cual es un problema de salud pública porque será más difícil atacar a estos microorganismos y podrán causar enfermedades más graves y duraderas.
Organismos como la OMS y el Ministerio de Sanidad alertan sobre los problemas que puede causar el mal uso y el abuso de los antibióticos.
Por lo que solo nos queda decir:
No toméis antibióticos sin prescripción de un médico. No os auto-mediquéis sin consultar antes a un médico o farmacéutico. No solo está en juego vuestra salud si no la de toda la población,
Y aquí una guía práctica sobre como tratar resfriados comunes.
No tomes antibióticos sin prescripción médica. |