“Eso es
que te faltan vitaminas…" Es una frase que de vez en cuando, no sé bien en
qué ámbito, hemos escuchado. Pero es una frase muy abstracta, porque vitaminas
hay varias y su déficit tiene sintomatología diferente dependiendo del tipo de
vitamina.
Esquema vitaminas |
Entonces,
¿por qué la población toma suplementos vitamínicos? Pues muy bien no lo sé, ya
que es realmente extraño tener un déficit de todas las vitaminas, incluso de
algunas de ellas en países desarrollados con un buen surtido de alimentos. De
hecho, en España parece que el déficit vitamínico que más nos afecta es el que
corresponde a la vitamina D, y es muy curioso ya que la mayoría de esta
vitamina la podemos sintetizar gracias a los rayos de Sol. Sabiendo esto, antes
de recurrir a suplementos por esta vitamina deberíamos probar a pasear más (y
aumentar la actividad física, de paso) y consumir pescado azul y huevo, por
ejemplo. En caso de necesitar suplementación, que sea bajo prescripción médica
y únicamente la vitamina D.
Otra vitamina a tener en cuenta, en caso de ser vegetariano o vegano, sería la B12. De serlo es importante suplementarse con la vitamina B12, es barato, eficaz y sin riesgo. Y si eres ovolactovegetariano (comes huevo y lácteos) y te ha surgido esta duda, sí, conviene suplementarse.
Pero
volvamos a los suplementos vitamínicos porque de alguna forma se tienen que vender.
Viendo el envase de uno de ellos, sabemos que se promociona como que “ayuda a
recuperar energía”. Si entendemos energía como Calorías, esta expresión no
tiene mucho sentido porque esta energía se obtiene de macronutrientes que este
complejo vitamínico en concreto no tiene o, mejor dicho, tiene en mínimas
cantidades y en forma de azúcar. Así que energía, como tal, no nos aporta. Además,
en nuestro país (y en general en países desarrollados) es difícil tener un
déficit de energía, y mucho menos azúcar.
Quizás lo
que se quiera decir es que los suplementos vitamínicos nos ayudan a mantenernos
más concentrados porque no nos sentimos tan cansados, pero según este estudio,
parece que tampoco es así.
Pero bueno, no sé… Para algo servirán… aunque sea reducir el riesgo de mortalidad de alguna forma... Pues creo que en este aspecto también nos llevamos un chasco.
Supongo que todavía puedes pensar que sirven, aunque sea para sentirse mejor uno mismo, vamos que nos alegra el ánimo. Sin embargo, de ser así, solo serían un placebo como cualquier otro, ya que también hay evidencias de que tampoco ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Y si la
última baza es el ginseng, ya que algunos suplementos vitamínicos lo contienen,
hay que decir que el dictamen científico de alegaciones de propiedades
saludables de la EFSA (pág
8, apartado 1.3) justamente habla de un preparado muy parecido al que ponemos
en las fotos para decir que tampoco sirve para lo que dice servir.
Resumiendo, respecto a los suplementos vitamínicos:
- No está
demostrado que nos mantengan o mejoren el rendimiento cognitivo.
- No está
demostrado que mejoren el estado de ánimo.
- No está
demostrado que disminuya el riesgo de mortalidad.
Por último, quiero recordar que las vitaminas no son inocuas y, a pesar de que tengamos un amplio margen en general, existen problemas derivados de un consumo excesivo de algunas vitaminas, por ejemplo, la hipervitaminosis A.
Quiero agradecer a Inma Mora su gran ayuda en la realización de esta entrada.
Bibliografía no hipervinculada: Krause Dietoterapia, Elsevier, edición 13.
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