Entramos en
terreno pantanoso con este tema no falto de controversia e incertidumbres… Pero
como ha sido a petición, hay que hablar de ello. Tarde, pero se habla. Solo espero
no meter mucho la pata.
Lo primero
de todo es explicar un poquito qué es y qué hace la vitamina D, así como la forma
de obtención en seres humanos y las rutas metabólicas. Es un poco complejo,
pero necesario para poder desarrollar el resto de la explicación.
Para
empezar, tenemos 3 formas de obtener la vitamina D: mediante la ingesta de
alimentos de origen animal, de origen vegetal y a través de la luz ultravioleta
del sol. Separo los dos tipos de ingesta porque a través de alimentos de
procedencia animal (aceites de pescado, pescados azules y en menor medida,
huevos e hígado) podemos obtener el 7-deshidrocolesterol y, mediante alimentos
de origen vegetal (sobre todo setas), obtenemos el ergosterol. Ambos son precursores de la
vitamina D3. La molécula 7-deshidrocolesterol también es la que tenemos los
seres humanos (un derivado del colesterol) y que se transforma por irradiación
solar en colecalciferol. Sin embargo, el ergosterol se debe transformar en
ergocalciferol y, tanto esta como el colecalciferol, llegan al hígado y dan la
25-hidroxicolecalciferol. Esta molécula es importante porque es la que
detectamos en los análisis de sangre para observar si existe un déficit de
vitamina D. Tras esto, en el riñón se
produce otra transformación que nos da como resultado el calcitriol
(1,25-dihidroxivitamina D), forma activa de la vitamina D (Krause, 2012).
Metabolismo Vitamina D. Fuente original de la imagen en
este vínculo
Resumiendo:
3 fuentes diferentes para llegar a la vitamina D3 metabólicamente activa que es
el calcitriol, cuyas funciones, pasando muy por encima, son:
- Regulación de genes
- Mantenimiento de la homeostasis (equilibrio) de calcio y fósforo
- Diferenciación y crecimiento de diferentes células
- Influye en trastornos diversos, problemas cardiovasculares, etc. (Krause, 2012)
Su déficit,
también muy resumido, puede provocar raquitismo en niños y osteomalacia u
osteorporosis en adultos. Existe relación entre esta vitamina y muchos problemas más (enfermedades cardiovasculares, por ejemplo), pero nombramos únicamente las 3 más directamente relacionadas (a priori).
Si has
llegado hasta aquí, gracias. Es complejo el metabolismo (de hecho está
resumido, ya que todavía lo es más) pero es imprescindible dar detalle de los tipos de
vitaminas D que podemos tener.
¿Y qué
situación tenemos en España de esta vitamina? Pues, al contrario de lo que
debería ser o nos podría parecer (debido a las horas de sol de este país),
tenemos deficiencia en vitamina D en gran parte de la población. En este
mismo estudio se habla de que prácticamente el 100% de mujeres que se han
fracturado la cadera tenía unos niveles bajos en sangre de la 25-hidroxivitamina D, y
se sabe que suplementando se pueden subir estos niveles de precursor, al menos
cuando lo administramos acompañado de calcio. Pero cuidado, que no todo podía
ser tan fácil, ya que esta combinación puede afectar a personas con problemas
renales incluso pueden aparecer problemas gastrointestinales. Además, de que existe controversia en este
aspecto, ya que no parece que suplementar mejore realmente la salud ósea.
Lo que puede
suceder en estos casos, es que la suplementación con vitamina D, a pesar de que sí
aumenta la concentración de 25-hidroxivitamina D, no sabemos si la
siguiente ruta, que debe realizarse en el riñón, se completa satisfactoriamente
y obtenemos el calcitriol de forma proporcional a la cantidad de
25-hidroxivitamina D en sangre. Es decir, nosotros en sangre podemos detectar
un precursor de la forma activa, pero no la forma activa, y extrapolamos a que
se metaboliza de forma proporcional, pero no tiene por qué ser así (uno de los
motivos de controversia).
El tema es
complejo (ya avisé), aunque donde sí parece ayudar tener unos niveles de
vitamina D en sangre es cuando se asocia a mortalidad en general.
Pasamos
ahora al tema de las mujeres embarzadas, donde parece tener un beneficio
aumentar las concentraciones séricas de la 25-hidroxivitamina, pero que existen
diferentes riesgos de parto prematuro si se administra junto a calcio ,
aunque el mismo estudio dice que los datos hay que tratarlos con algo de
cuidado.
Y de
embarazadas pasamos a lactantes, donde también se están observando niveles
bajos de vitamina D en la sangre. Esto sucede sobre todo en lactantes
amamantados únicamente por leche materna, ya que las fórmulas suelen ir
enriquecidas en vitamina D y las madres pueden estar afectadas por esa deficiencia en la vitamina.
Nota: La leche materna sigue siendo la mejor
opción de nutrición para el lactante
Tras este
batiburrillo, es complicado sacar unas conclusiones claras respecto al tema,
pero haremos un rápido resumen y dejaremos unas pequeñas conclusiones:
- A día de hoy parece ser que lo más razonable es
mantener los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D por encima de los 25
ng/ml. Por lo tanto, puede ser útil su suplementación para alcanzar estos
niveles. Más que nada porque sí parece que mantener unos niveles correctos en
sangre minimiza el riesgo de mortalidad, de una forma u otra.
- Suplementada en embarazadas (sin suplementación de calcio), puede disminuir problemas en el parto.
- No parece haber una evidencia clara de que sea efectiva su suplementación para prevenir problemas de fracturas.
- Puede ser recomendable la suplementación en lactantes.
Pero antes
de terminar, quiero dejar claros varios aspectos que, para mi forma de verlo,
son de gran importancia:
- La suplementación debe ir siempre a través de supervisión médica.
- La mejor fuente de Vitamina D es el sol. Los estilos actuales de vida hacen que la exposición al sol sea mínima o incluso nula, cuando necesitamos estar expuestos alrededor de 15 minutos (sin protección solar) varias veces por semana. Esto aunque parezca increíble, puede ser la causa del déficit de vitamina D en la población española. La mayor parte de la información acerca de las radiaciones solares es para prevenirlas completamente, por lo que evitamos al máximo estar expuestos (nosotros y los lactantes). Pero una exposición mínima es necesaria. A partir del tiempo, es evidente que debemos optar por la protección solar.
Nota final:
Muchos autores han escrito acerca del tema, y hay dos entradas que me han sido
de utilidad para el acceso a diferentes estudios y la creación de esta entrada. Y si ha sido así, pues se dice, ya que también pueden servir para ampliar
información a l@s lectores/as: